miércoles, 28 de enero de 2009

La comida del futuro (Capítulo 0: Dios)

La cerradura me saluda con un crujido cuando meto y giro la llave para entrar en mi despacho.

Enciendo la luz.

Fuera del edificio aún no ha amanecido, pero los tonos rosas y naranjas que se dejan entrever en el horizonte anuncian un amanecer inminente.

Me siento en mi mesa de acero inoxidable y saco del cajon la carpeta con todos los documentos y archivos sobre el proyecto Bogart. Lo bautizamos así por una gilipollez que explicaré en otro momento.

Todo estaba listo, al menos eso me queria parecer... aquello iba a ser un gran disparate, pero sino tomábamos cartas en el asunto los muy cerdos del CBE (control de basura espacial) nos iban a comer por sopas y eso es algo que ni yo ni mis superiores ibamos a permitir.

Teniamos claro que habíamos metido la pata cuantiosamente al enviar al espacio a ese gran mastodonte, el Luna 74, una gran nave exploradora que dejó de funcionar hace años y que su inmenso motor movido con energia nuclear altamente nociva suponia un peligro... al menos mientras estuviese en la tierra.

No quisimos correr riesgos y lo enviamos a la infinidad de la galaxia, donde no molestaria a nadie. Bueno, eso creiamos.

Los imbéciles del CBE se enteraron de todo el asunto y pusieron el grito en el cielo diciendo que el cadaver del Luna 74 era un peligro, una bomba buscando un lugar al azar para estrellarse y arrasarlo todo.

Puede que tuviesen razon, pero si en vez de cabrearse y dejarnos en ridiculo delante de toda la puta humanidad nos hubiesemos aliado y hubiesemos financiado a medias un proyecto para volar por los aires el Luna 74 antes de que ocurriese ninguna desgracia ahora no estariamos en guerra con esos chupatintas ecologistas.

Hoy dia la ecologia y la limpieza del universo está de moda, por eso soy consciente de que el CBE tiene todas las de ganar y que todo el mundo les va a apollar hagan lo que hagan siempre y cuando sea para jodernos.

Nosotros hemos hecho grandes cosas por la humanidad. Hemos enviado naves espaciales a lugares de la galaxia nunca antes vistos. Hemos descubierto nuevas formas de energia para sustituir a las actuales si llegan a agotarse... todo eso no vale nada. Mandamos un poco de basura nuclear al espacio y se nos tiran a la yugular.

El CBE ha conseguido que nadie quiera financiar nuestra empresa. Nadie quiere ya apollarnos para continuar una carrera espacial con un futuro verdaderamente esperanzador. Nosotros, la Unión Cosmos, somos completamente prescindibles hoy dia... cosa impensable hace unos años.

No digo que algunos de nuestros recursos o actos a la hora de desempeñar nuestro trabajo no haya sido peligroso en ciertas ocasiones, pero hemos hecho mucho por la investigación y la ciencia como para que un grupo de ecologistas amargados nos hundan por culpa de un pedazo de basura.

Y de todo este tremendo culebrón surge el proyecto Bogart, con el que vamos a protestar contra el CBE y todos esos desagradecidos que pagan nuestras investigaciones haciendonos un corte de mangas de proporciones biblicas....

Por supuesto los trabajadores de la Union Cosmos no estaban a favor de tal castigo. No les culpo por ello... comprendo que tengan miedo. Al principio lo vieron mas como una tactica intimidatoria que como un ataque en toda regla. Cuando descubrieron lo que realmente era me tacharon de loco... tampoco les culpo por ello.

Pero es algo que tengo que hacer; el proyecto Bogart no se puede evitar. Es necesario. Por eso esta noche, mientras todos trabajaban he sellado las puertas del edificio y los he gaseado con fosgéno. En poco tiempo estaban todos muertos.

Ahora estoy aquí sentado en mi mesa de acero inoxidable, con los extractores de aire terminando de limpiar este lugar. Soy precavido y no me he quitado la máscara anti-gas (la cual no hace muy buen juego con el traje y la corbata) por si aún queda algo de esa mierda en el aire.

Ya no hay vuelta atrás... se quejaban por un puñetero motor nuclear defectuoso flotando en el espacio y no se dieron cuenta de que en la Union Cosmos tenemos decenas de esos motores en buen estado. Y no suponen ningun peligro a no ser que sean sometidos a una sobrecarga eléctrica que sobrepase el 60% de su capacidad. Justo lo que voy a hacer para que esto no vuelva a ocurrir. Volaré por los aires todos esos motores y la explosión será tan gigantesca que aparte de carbonizar medio planeta modificara el eje rotatorio de la tierra, lo que supondrá, asi lo espero, la extinción de toda forma de vida.

¿Quién sabe? Puede que me esté pasando un poco... esos cabrones del CBE me han puteado tanto que hace dos semanas que no tomo la medicación que me mando mi psiquiatra... ya nada me importa excepto tener yo y solo yo la última palabra en toda esta farsa llena de hipócritas que fingian agradecer a la Unión Cosmos su trabajo y dedicación.

Ahora ya es tarde.

Si, suena un poco megalómano, pero el fin del mundo está en mis manos y es mi decisión que este acabe ya.

Adiós a todos.

Continuará...

No hay comentarios: